Caminos Cruzados. Cuando comenzó la aventura


Todavía recuerdo la primera vez que cogí este libro en mis manos. Me refiero al formato físico, y sí, también al primer ejemplar que la imprenta a la que contraté para hacer la primera tirada de libros sacó para poder ver los fallos de edición.

Me acuerdo que me acompañó mi padre, y mientras él  conducía para volver a casa, yo seguía mirando asombrada lo que tenía en mis manos en el asiento del copiloto. ¿Cómo algo pequeño, no más que un conjunto de páginas, podía significar tanto?

La piel de gallina. Y no lloré porque sorprendentemente a pesar de ser una llorona en toda regla (por favor, lloro hasta con anuncios), creo que el estado de shock pudo más que cualquier cosa.

¡Era mi libro! ¡Lo había conseguido! 

Sí, sé que muchxs estaréis pensado que todavía quedaba mucho por delante : corrección, preparar la promo, tener la tirada oficial... y un larguísimo etc. al que no me estoy refiriendo con las anteriores exclamaciones.

Era mi historia hecha libro. Un libro real. Y joder, con perdón de la expresión (mi rincón, mis normas), era mi libro.

Puede que no lo entendáis porque la verdad sea dicha tampoco puedo plasmar esa sensación que recorre tu cuerpo cuando esto sucede, pero echando la vista atrás, era un comienzo de algo muy grande para mí.

Todavía quedaban algunos años para que me pusiera con la historia de Abril, que por supuesto fue mi primer contacto con el mundo editorial de verdad y efectivamente con ella TODO cambió, pero con Caminos Cruzados... sí, supe que yo quería ser escritora de verdad.

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